Noche de septiembre
se alborota mi corazón,
está inquieto y alocado
intuirá que vienes tú.
Luna llena,
bella y esplendorosa,
ilumina su camino
regresa a mi lado,
él, desea ver a su rosa
y sentirse enamorado.
Estrellas fugaces
jugaban traviesas,
viendo nuestro amor
nos iluminaban,
nuestra pasión inmensa.
Y cuando llegó la mañana
el alba nos saludó,
con sus rayos iluminó nuestro lecho
de dulzura, ternura y amor.
En septiembre fuí felíz,
en sus noches tu me amaste
tu cuerpo un acantilado,
sobre mi cuerpo de ola
me cubriste y te bañé.
Con la brisa de mis playas
mojado yo te dejé,
era manantial de amor,
de tu fuente inagotable
agua, ardiente de ti, brotaba
inundada yo quedé.
Rosario Ayllón.
Poetisa del Amor.
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