sábado, 20 de agosto de 2011

LA LUNA SE REFLEJABA...

La luna se reflejaba
en mi piel de escarcha pura,
y al abrazarme pensabas
que perdías la cordura.


¿Quién podía imaginar
que en mi maravilloso cuerpo,
pudiera existir el calor
que trasvasé a tu pecho?


Dejó de girar la tierra,
iba a asomarse la aurora,
y no quiso clarear el día,
para que yo siguiera dichosa.


Abrazados continuamos
observando las estrellas,
y en mis ojos fiel reflejo
que emitía como ellas.


Sobre mis pómulos asomó
rojo color de amapola,
pero en mi cuerpo siguió
el blanco puro de luna.

Rosario Ayllón.

Poetisa del Amor.

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